Cada estación del año nos ofrece diferentes tipos de alimentos. En primavera, llega el buen tiempo y con él, un cambio en nuestra alimentación y en nuestro estilo de vida. Consumimos más alimentos frescos, mayor cantidad de líquidos y nos movemos más, estamos más activos. Nutrirse con alimentos frescos es siempre recomendable y en esta época debemos aprovechar las hortalizas y frutas estacionales que nos brinda la naturaleza.
No todos podemos comer lo mismo. La alimentación varía de una persona a otra. Hay que tener en cuenta el estilo de vida, la edad, la actividad física, si padece algún tipo de enfermedad, etc. Por este motivo, no existe una dieta (alimentación) única para todo el mundo, pero sí podemos hablar de una pauta general que todos podemos seguir: variar la dieta todo lo que sea posible.




Frutas, verduras y hortalizas
Comer al menos cinco piezas o porciones de frutas y verduras al día ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.

Con el fin de mejorar el consumo de frutas y verduras se puede:
  • Incluir verduras en todas las comidas
  • Comer frutas frescas y verduras crudas como aperitivos
  • Comer frutas y verduras frescas de temporada
  • Comer una selección variada de frutas y verduras

Los alcauciles se recolectan en esta época y son muy buenos. Su acción diurética, produce un aumento de la eliminación de orina y favorece las funciones del hígado y la vesícula biliar. Es tan ricos en fibra, por lo que se aconseja su consumo en personas con problemas de estreñimiento y produce gran sensación de saciedad.

El apio también es muy recomendado. Los tallos de esta hortaliza son la parte comestible. Contiene sustancias diuréticas y un gran aporte de fibra.


¿Cómo desayunar?
Realizar un buen desayuno, ya que es la comida más importante del día. Nuestro desayuno debe estar formado por alimento del grupo de lácteos, un cereal y una fruta, como mínimo. Los cereales, mejor integrales para conseguir un mayor aporte de fibra. Las frutas frescas para compensar parte de las necesidades vitamínicas que se han visto aumentadas.


¿Cómo almorzar?
Comenzar con una buena ensalada o verdura de temporada. Continuar con un alimento proteico (pescado, carne, huevo, legumbre) acompañado de verdura, terminar con una pieza de fruta fresca, mejor bien lavada y sin piel.


¿Cómo cenar?
Tomar cenas ligeras y tempranas. Deben ser más ligeras que en invierno porque ya no hace tanto frío y, por lo tanto, nuestras necesidades energéticas disminuyen.


¿Cómo hidratarnos?
Mantener el cuerpo bien hidratado es fundamental para contribuir al buen desarrollo de las distintas funciones orgánicas. Es importante no esperar a tener sed para empezar a beber. Cuando aparece sensación de sed es porque el cuerpo ya ha empezado a deshidratarse. Procurar beber unos seis a ocho vasos de agua o infusiones al día.



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